Un reciente estudio realizado por científicos chinos ha encontrado una relación directa entre el pensamiento negativo y el deterioro de las funciones cognitivas en adultos mayores. La investigación, llevada a cabo por la Universidad de Medicina Tradicional China de Hubei, revela que insistir en preocupaciones, arrepentimientos o problemas puede impactar de manera negativa en la memoria, la atención y otras capacidades cerebrales esenciales.
Cómo el pensamiento negativo afecta la mente
Los investigadores evaluaron a 424 personas mayores de 60 años, midiendo su nivel de pensamiento negativo repetitivo (RNT, por sus siglas en inglés). Este concepto describe el hábito de dar vueltas constantemente a pensamientos obsesivos y poco productivos.
Los resultados fueron claros: los adultos mayores con altos niveles de RNT mostraron un rendimiento cognitivo significativamente menor. Esta relación fue particularmente fuerte en personas de entre 60 y 79 años con educación secundaria o superior. Por el contrario, no se observó un vínculo significativo en aquellos con más de 80 años o con solo educación primaria.
Un factor de riesgo modificable
A diferencia de la edad o la genética, los estilos de pensamiento sí pueden modificarse. Este hallazgo abre la puerta a intervenciones psicológicas y conductuales que podrían ayudar a reducir el riesgo de deterioro cognitivo. Los expertos señalan que identificar a tiempo la tendencia hacia el pensamiento negativo puede servir como herramienta preventiva frente a enfermedades como la demencia.
Aunque se trata de un estudio transversal —es decir, no demuestra causa y efecto directo—, los resultados sugieren que la manera en que enfrentamos nuestras preocupaciones influye directamente en el envejecimiento cerebral.
Implicaciones para la salud mental y el envejecimiento
El estudio no solo resalta la importancia de cuidar la salud física en la vejez, sino también la salud mental. Reducir la rumiación constante a través de terapias, actividades de estimulación cognitiva, técnicas de mindfulness o programas de apoyo psicológico podría convertirse en un recurso clave para proteger el cerebro a largo plazo.
Además, los investigadores subrayan que este es el primer análisis que explora específicamente la relación entre el RNT y la función cognitiva en adultos mayores chinos, lo que amplía la comprensión global sobre cómo la mentalidad puede influir en el proceso de envejecimiento.
Una oportunidad para prevenir la demencia
La evidencia científica respalda cada vez más la idea de que la mente influye directamente en la salud del cerebro. Según los expertos, promover un enfoque mental más positivo y reducir el ciclo de pensamientos obsesivos puede ser una herramienta fundamental en la prevención del deterioro cognitivo y la demencia.
Este estudio se convierte así en un llamado a la acción: cuidar la manera en que pensamos no solo mejora nuestro bienestar emocional, sino que también podría determinar la calidad de vida en la vejez.
FUENTE: https://www.mcknights.com/news/study-finds-negative-thinking-patterns-linked-to-cognitive-decline-in-older-adults/
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