El conflicto en Medio Oriente alcanzó un nuevo punto crítico el miércoles, cuando tanques israelíes avanzaron hacia el corazón de la ciudad de Gaza, atrapando a miles de civiles que permanecían en sus hogares con la esperanza de que las crecientes presiones internacionales condujeran a un cese al fuego.
Testigos reportaron que varias familias fueron sorprendidas por la incursión en áreas residenciales como Tel Al-Hawa, mientras que otros huyeron hacia la zona oeste cercana a la playa. La Media Luna Roja Palestina informó que instalaciones médicas resultaron dañadas, incluyendo una estación de oxígeno, lo que agrava aún más la crisis humanitaria.
Bombardeos y víctimas civiles
Médicos locales confirmaron que al menos 20 personas murieron y decenas resultaron heridas tras un ataque aéreo israelí contra un refugio que albergaba familias desplazadas cerca de un mercado en el centro de Gaza. Otras dos personas fallecieron en una vivienda cercana.
El ejército israelí aseguró que el operativo iba dirigido contra militantes de Hamás, aunque las imágenes difundidas por medios internacionales mostraron civiles removiendo escombros entre gritos de desesperación. La población teme que la cercanía de los tanques a hospitales como Al-Quds y Al Shifa sea el preludio de nuevas incursiones.
Trump y las negociaciones internacionales
Mientras tanto, en Nueva York, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo un encuentro con líderes de países musulmanes en el marco de la Asamblea General de la ONU. Las conversaciones giraron en torno a un posible alto el fuego permanente, la liberación de rehenes israelíes y la crítica situación humanitaria en Gaza.
Trump, quien en el pasado rechazó los reconocimientos unilaterales de un Estado palestino, aseguró que el próximo paso será un encuentro directo con Israel. Aunque Washington mantiene su respaldo al país, la presión internacional sobre Tel Aviv ha crecido, especialmente tras la decisión de varios aliados de reconocer formalmente la soberanía palestina.
Escalada del conflicto
Desde agosto, las fuerzas israelíes intensificaron el cerco a la ciudad de Gaza, considerada el último bastión de Hamás. La ofensiva se enmarca en una guerra que comenzó el 7 de octubre de 2023, cuando combatientes de Hamás irrumpieron en Israel, dejando 1.200 muertos y tomando 251 rehenes.
De acuerdo con autoridades sanitarias de Gaza, más de 65.000 palestinos han muerto desde el inicio del conflicto, mientras la hambruna y la escasez de medicinas golpean a la población. Israel, por su parte, reporta 465 soldados caídos y mantiene el objetivo de debilitar a Hamás, pese a la condena internacional por el alto costo en vidas civiles.
Frustración global y dilema político
La prolongación de la guerra ha generado divisiones incluso entre los aliados de Israel. Varios gobiernos occidentales han expresado su frustración y han reconocido a Palestina como Estado en un intento por presionar hacia la paz.
Dentro de Israel, el respaldo a la ofensiva también comienza a flaquear. Con 48 rehenes aún en poder de Hamás, de los cuales se cree que 20 siguen con vida, la sociedad israelí enfrenta un debate creciente sobre el costo humano de la guerra y la necesidad de explorar salidas diplomáticas.
Conclusión
El avance de tanques israelíes hacia la ciudad de Gaza y la intensificación de los bombardeos contrastan con los esfuerzos diplomáticos liderados por Trump en Naciones Unidas. Mientras la población civil sigue atrapada entre el hambre, el miedo y los escombros, la comunidad internacional enfrenta el dilema de cómo lograr un cese al fuego sostenible que ponga fin a casi dos años de guerra.
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