Microsoft confirmó que a partir del 3 de octubre aumentará los precios de sus consolas Xbox Series S y Xbox Series X, en respuesta a lo que denomina cambios en el entorno macroeconómico. Este ajuste, que se suma a un alza previa realizada en mayo, generará un impacto directo en el bolsillo de los jugadores, que verán encarecidos algunos de los modelos más populares de la marca.
Los incrementos anunciados son significativos:
- Xbox Series S: sube US$20, pasando a costar US$400 y US$450 según el modelo.
- Xbox Series X: aumenta US$50, con precios que alcanzan US$600 y US$650.
- Xbox Series X de 2 TB: recibe el mayor ajuste, +US$70, situándose en US$800.
La compañía, en un comunicado oficial, reconoció que estos cambios “suponen un reto”, pero aseguró que su compromiso sigue siendo ofrecer más opciones de juego en diversas plataformas y garantizar valor para la comunidad de jugadores.
Precedentes y contexto económico
Este no es el primer aumento en 2025. En mayo, Microsoft ya había subido el precio base de la Xbox Series S en US$80 y el de la Series X en US$100. La compañía se unió así a otras tecnológicas que han tenido que ajustar precios debido a aranceles y presiones globales.
El sector de los videojuegos no ha sido ajeno a la inflación mundial, los mayores costos de producción y la volatilidad económica. Estos factores han obligado a las marcas a trasladar parte de la carga al consumidor final.
Impacto en los jugadores y mercado
Para los gamers, especialmente en mercados como Latinoamérica y Colombia, donde la importación de consolas ya eleva los precios por aranceles y distribución, la noticia implica un acceso más costoso a las consolas de nueva generación.
No obstante, Microsoft destacó que los accesorios de Xbox mantendrán sus precios actuales, lo que alivia parcialmente la preocupación de los usuarios que buscan expandir su experiencia con controles adicionales, audífonos o almacenamiento extra.
La empresa también enfatizó que continuará impulsando su ecosistema de servicios digitales, como Xbox Game Pass, para ofrecer alternativas de valor añadido pese al aumento en hardware.
Estrategia a futuro
La decisión de incrementar los precios parece alinearse con una estrategia de mediano plazo: compensar costos mientras refuerza el ecosistema digital. En un escenario de competencia directa con Sony y Nintendo, Microsoft apuesta por la diversificación: más juegos en la nube, compatibilidad en múltiples pantallas y un catálogo en expansión.
El reto será mantener la fidelidad de los jugadores en un contexto donde cada dólar cuenta. Para muchos, el verdadero valor estará en la combinación entre hardware, servicios digitales y experiencias multiplataforma.
Conclusión
El aumento de precios de las consolas Xbox Series S y Xbox Series X marca un nuevo capítulo en la industria gamer, evidenciando cómo los factores económicos globales afectan directamente al entretenimiento digital. Aunque Microsoft asegura que sigue comprometida con dar valor a los jugadores, los consumidores deberán evaluar cuidadosamente sus opciones en un mercado cada vez más competitivo.
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