Apenas nos estamos acostumbrando a los nombres que debutaron esta temporada, disfrutando del ascenso de figuras como el ruso Yegor Demin, y el mundo del baloncesto ya tiene la mirada puesta en el futuro. La conversación en los pasillos de la liga gira obsesivamente en torno a una fecha: el Draft de la NBA de 2026.
Expertos, scouts y analistas coinciden en una afirmación audaz: la clase de 2026 podría ser una de las más potentes de la historia. El nivel de talento es tal que incluso Cooper Flagg, considerado hasta hace poco el prospecto de la década y actual favorito al Novato del Año, podría haber quedado fuera del Top 3 si compitiera con esta camada.
El reconocido analista Kevin O'Connor encendió el debate recientemente al sugerir que la competencia en la cima será brutal. Pero, ¿quiénes son estos jóvenes que amenazan con eclipsar a las estrellas actuales? Aquí te presentamos a los tres nombres que lideran las predicciones y que ya actúan como verdaderos profesionales.
Los tres titanes que definirán el futuro
1. Darrin Peterson (Kansas):
La sombra de Kobe En el portal NBA Draft Room, su nombre aparece junto a una comparación que pesa toneladas: "casi como Kobe Bryant". Peterson, originario de Ohio, es un escolta tenaz y versátil que hizo historia en 2023 al ser el primer estudiante en firmar un contrato NIL con Adidas. Actualmente en la Universidad de Kansas, bajo la tutela de Bill Self (quien entrenó a Joel Embiid), Peterson ha demostrado ser un anotador letal. Antes de una reciente lesión, promediaba 21.5 puntos por partido. Su capacidad para dominar ambos lados de la cancha lo mantiene como el favorito para el número uno.
2. AJ Dibanza (BYU): El gigante del perímetro
Si Peterson es la técnica, Dibanza es el físico. Este alero de 2.11 metros, descrito como una versión más alta de RJ Barrett, tiene la capacidad de lanzar por encima de cualquier defensor. Su trayectoria es un reflejo de la nueva era del deporte universitario: millonario antes de debutar, gracias a contratos en Utah y California. Eligió Brigham Young University (BYU), siguiendo los pasos de Demin, buscando la disciplina y estructura que ofrece el programa. Con promedios de 20.3 puntos y 6.8 rebotes, Dibanza combina atletismo con una eficiencia que asusta.
3. Cameron Boozer (Duke): Genética y cerebro
Hijo del dos veces All-Star Carlos Boozer, Cameron ha heredado el talento pero ha añadido una capa de inteligencia táctica superior. Estudiante de excelencia y músico, Boozer Jr. es un ala-pívot comparado con Chris Webber por su versatilidad. En Duke, promedia un "doble-doble" de 21.6 puntos y 10.4 rebotes. A diferencia de otros, su juego no depende solo de saltar más que nadie, sino de entender el baloncesto mejor que todos, lo que augura una carrera longeva en la NBA.
¿Realidad o exageración mediática?
La profundidad del draft también es notable, con nombres como Nate Ament (el "nuevo" Michael Porter Jr.) o el base Mikel Brown brillando en la NCAA. Sin embargo, siempre existe el riesgo de la sobrevaloración. Los mismos expertos que hoy alaban a esta clase fueron los que dudaron del tiro de Yegor Demin, quien terminó callando bocas en su temporada de novato.
Lo cierto es que el dinero y el marketing juegan hoy un rol crucial. Estos jóvenes llegan a la liga con equipos de representantes y contratos millonarios bajo el brazo. La generación de 2026 promete espectáculo, pero solo el tiempo dirá si estamos ante mitos reales o productos de la maquinaria publicitaria.
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