Keanu Reeves, uno de los actores más queridos de Hollywood, enfrenta un dilema creativo que podría frenar indefinidamente uno de los proyectos más esperados por los fanáticos del cine sobrenatural: Constantine 2. A pesar del entusiasmo inicial que generó la confirmación del desarrollo de la secuela, el actor ha dejado claro que no está satisfecho con el guion actual, y esto pone en duda el inicio del rodaje.
La primera entrega de Constantine (2005), basada libremente en el cómic Hellblazer de DC Comics, se convirtió en una película de culto gracias a su tono oscuro, su enfoque espiritual y su atmósfera infernal. Keanu Reeves, en el papel del cínico exorcista John Constantine, entregó una interpretación memorable que resonó profundamente con los fans del género.
Una secuela esperada por casi 20 años
El regreso de Constantine ha sido tema de conversación desde hace casi dos décadas. Sin embargo, no fue sino hasta principios de 2025 que se confirmó oficialmente que Reeves y el director Francis Lawrence habían recibido luz verde de DC para trabajar en el desarrollo del guion. La noticia emocionó a los seguidores del personaje, quienes veían en este anuncio la posibilidad de revivir la esencia original de la película.
Pero el entusiasmo se ha convertido en incertidumbre. El actor Peter Stormare, quien interpretó magistralmente a Lucifer en la primera película, reveló recientemente en una entrevista que Keanu Reeves no aprueba el guion actual y ha frenado el avance del proyecto. Según Stormare, el actor desea mantener la integridad emocional y espiritual del filme original, mientras que el estudio busca un enfoque más comercial, con más acción y efectos espectaculares.
El dilema entre espectáculo y espiritualidad
Stormare explicó con franqueza el conflicto creativo que atraviesa el proyecto. “Keanu no es fanático de los guiones recargados de acción. Todo depende del estudio: quieren más explosiones, coches volando, acrobacias imposibles. Y Keanu responde: ‘Ya hice eso con John Wick. Constantine es otra cosa, se trata de demonios, fe, y personas rotas’”, explicó el actor.
Este enfoque más reflexivo y profundo es lo que hizo única a la primera entrega de Constantine. La película no sólo ofrecía una estética visual impresionante, sino que abordaba temas como la redención, el bien y el mal, y el precio del alma humana. Reeves quiere preservar ese espíritu sombrío y filosófico en la secuela, evitando convertirla en otro blockbuster genérico.
El recuerdo de una apuesta arriesgada que funcionó
El propio Stormare compartió una anécdota que refleja el compromiso de los actores con el tono de la historia. En la primera película, el estudio quería presentar a Lucifer como un demonio clásico: con cuernos, cola y tridente. Sin embargo, tanto él como Reeves propusieron una versión más sobria y perturbadora: un hombre vestido de blanco, con un aire calmado pero inquietante.
“Funcionó, y creemos que volverá a funcionar. No necesitamos efectos espectaculares, sino una atmósfera cargada de misticismo, personajes profundos y dilemas existenciales”, señaló Stormare.
Un guion en constante revisión
Actualmente, el guion de Constantine 2 sigue sin estar finalizado. Stormare admitió que no ha leído las versiones más recientes, pero que ha estado en contacto con Reeves, quien sigue involucrado en el proceso creativo y continúa buscando una narrativa que respete la esencia de la original.
La situación recuerda a otros casos donde los actores han decidido priorizar la calidad sobre la inmediatez, aunque eso implique retrasos. “Mira El Padrino II —dijo Stormare—. No reinventó la historia, simplemente fue una continuación lógica de la primera. Eso es lo que queremos hacer con Constantine 2”.
¿Qué se necesita para que Constantine 2 se realice?
Para que el proyecto avance, es necesario que el estudio y los creadores lleguen a un acuerdo. Reeves busca una historia que conserve la carga espiritual, sin sacrificarla por secuencias de acción exageradas. El estudio, por su parte, quiere asegurarse de que la película sea comercialmente viable en un mercado saturado de franquicias con efectos visuales extremos.
El reto está en encontrar el equilibrio perfecto entre atmósfera e impacto visual, entre narrativa profunda y entretenimiento. De conseguirlo, Constantine 2 podría convertirse no solo en una digna secuela, sino en un nuevo clásico contemporáneo.
El legado de Constantine sigue vivo
Aunque su futuro aún es incierto, lo que está claro es que el personaje de John Constantine sigue generando pasión entre sus seguidores. Ya sea en cine, cómics o series, su figura como un antihéroe que navega entre el cielo y el infierno mantiene su vigencia.
Keanu Reeves ha demostrado con su carrera que no tiene miedo de esperar o de rechazar proyectos si no cumplen con sus estándares. Y los fans, aunque ansiosos, respetan esa decisión. Mejor esperar más y recibir una película fiel a sus raíces, que una entrega apresurada que traicione el alma de Constantine.
