El Caribe se ha convertido en un escenario de alta tensión militar. En las últimas 24 horas, la crisis diplomática entre Washington y Caracas escaló a niveles críticos luego de que aviones militares de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos realizaran maniobras de sobrevuelo a escasos kilómetros de la línea costera de Venezuela.
El despliegue de fuerza ocurre en un momento de extrema fragilidad en las relaciones bilaterales, justo después de que la administración de Donald Trump designara al Cartel de los Soles como grupo terrorista y la FAA emitiera una alerta de peligro para la aviación civil en la región.
El rastro en el radar: B-52 y F-18 cerca de Falcón
El reporte técnico identificó un despliegue intimidante: al menos un bombardero B-52 Stratofortress, escoltado por dos cazas F/A-18 Super Hornet y un avión E-2 Hawkeye de alerta temprana y control.
La ruta del bombardero estratégico ha llamado la atención de los analistas de defensa. La aeronave partió desde la base de la Fuerza Aérea Minot, en Dakota del Norte. Cruzó todo el territorio estadounidense y el Golfo de México con sus transpondedores apagados para mantener el sigilo. Sin embargo, al llegar al Caribe, al norte de las Antillas Neerlandesas, encendió sus sistemas de identificación, haciéndose visible deliberadamente.
Mensaje de fuerza en un cielo vacío
El escuadrón voló en paralelo a la península de Paraguaná (estado Falcón) y transitó el corredor marítimo entre el continente y la isla de La Orchila, acercándose también a La Tortuga. El B-52 es una pieza clave de la disuasión nuclear estadounidense, capaz de transportar tanto armamento convencional como atómico y con un rango de vuelo intercontinental.
Lo más impactante de las imágenes satelitales y de radar fue la soledad del espacio aéreo. Mientras las aeronaves de guerra patrullaban la zona, el cielo venezolano lucía prácticamente desierto de tráfico comercial. Esto es consecuencia directa de la advertencia emitida el sábado por la Administración Federal de Aviación (FAA), que instó a las aerolíneas a "extremar la precaución", provocando una cascada de cancelaciones de vuelos internacionales hacia el país sudamericano.
Este movimiento militar es interpretado por expertos como una demostración de fuerza directa tras las recientes medidas políticas de la Casa Blanca contra el gobierno de Nicolás Maduro, elevando la incertidumbre sobre un posible desenlace en la región.
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