Hong Kong vive una de sus peores tragedias urbanas en tres décadas. Los servicios de emergencia actualizaron este jueves las cifras del devastador incendio Hong Kong que arrasó el complejo residencial Wang Fuk Court en el distrito de Tai Po, elevando la cifra de 55 muertos y contabilizando al menos 279 desaparecidos. Además, 68 heridos fueron hospitalizados, 16 de ellos en estado crítico.
El siniestro, que se declaró en la tarde del miércoles, se propagó con una velocidad que las autoridades han calificado de "inusual", afectando a siete de los ocho bloques de 31 plantas que componen la urbanización. Las operaciones de rescate y enfriamiento, que ya se extienden por más de diez horas y han movilizado a 1.250 bomberos, continúan bajo la alerta de un posible colapso parcial de la estructura afectada.
El combustible de la tragedia: Andamios de bambú y negligencia
- Andamios de bambú: Tradicionales, pero cubiertos por materiales de rápida combustión.
- Mallas y lonas impermeables: Utilizadas en la renovación.
- Planchas de poliestireno expandido: Un material plástico que, al arder, se convierte en un propagador extremo del fuego y que, según las autoridades, fue hallado dentro de los bloques.
La rápida propagación y las consecuentes pérdidas de vidas han provocado una respuesta inmediata en el ámbito legal. La policía de Hong Kong ha detenido a dos directores y un consultor de ingeniería de la contratista responsable de las obras. Los tres enfrentan cargos preliminares por Homicidio Imprudente (negligencia criminal), y los agentes procedieron a registrar las oficinas de la empresa y la vivienda de uno de los sospechosos en el marco de la investigación sobre el origen exacto del fuego.
Impacto político y solidaridad masiva
El jefe del Ejecutivo, John Lee, se pronunció sobre el desastre, calificándolo de "catástrofe masiva". Como respuesta inmediata, Lee ordenó la suspensión de todos los actos de campaña de cara a las próximas elecciones al Consejo Legislativo, programadas para el 7 de diciembre, y no descartó una posible revisión de la fecha de los comicios.
Más crucial aún, el líder hongkonés ordenó inspecciones inmediatas en todas las urbanizaciones de la ciudad que se encuentren actualmente en obras. El objetivo es verificar la seguridad del Andamios de bambú y la legalidad de los materiales de construcción empleados para evitar que se repita una tragedia de esta escala, la cual supera en saldo mortal al incendio del edificio Garley de 1996.
La oleada de solidaridad empresarial se ha activado rápidamente para apoyar a los afectados. La Fundación Jack Ma, Alibaba y Ant Group han comprometido conjuntamente 60 millones de dólares hongkoneses (unos 7,7 millones de dólares estadounidenses). A esta ayuda se sumaron compañías tecnológicas de alto perfil como BYD, NetEase, Trip.com, ByteDance y Didi, que donaron 10 millones de dólares hongkoneses cada una para asistir a las familias afectadas y a los servicios de rescate.
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