Durante décadas, la cultura popular y los consejos de amigos han seguido un mantra casi sagrado: "si es un ex, es por una razón". La sabiduría convencional dicta que mirar hacia atrás es un error y que retomar una relación pasada es sinónimo de estancamiento o de tropezar dos veces con la misma piedra. Sin embargo, una corriente reciente en la psicología moderna está desafiando este estigma, sugiriendo que, bajo circunstancias muy específicas, volver con tu ex no solo es posible, sino que podría ser la base de una relación más sólida y madura que la primera.
Esta nueva perspectiva, que ha ganado tracción en medios especializados como VICE y The Independent, plantea que el tiempo separados puede actuar como un catalizador de crecimiento personal, siempre y cuando la reconciliación no nazca de la necesidad, sino de la elección consciente.
La diferencia entre costumbre y crecimiento
La clave para que esta "segunda vuelta" funcione radica en la motivación. Los psicólogos advierten que existe una línea muy fina entre la dependencia emocional y el amor genuino. Nicole Gehl, psicoterapeuta citada en los informes recientes, ofrece una distinción crucial: no se trata de retomar la relación donde se dejó, sino de comenzar una nueva con la misma persona.
“Lo positivo es que no estás empezando desde cero, sino que tienes que reconocer que te estás uniendo como personas diferentes”, explica Gehl. Esto implica que el tiempo de separación debe haber sido utilizado para la introspección. Si ambos miembros de la pareja vuelven a estar juntos simplemente porque se sienten solos, aburridos o porque temen no encontrar a nadie más, el fracaso está casi asegurado.
Para que la reconciliación sea saludable, debe haber un trabajo interior genuino. Esto significa que cada individuo debe asumir la responsabilidad de su papel en la ruptura amorosa anterior. No basta con extrañarse; es necesario entender qué dinámicas tóxicas o fallas de comunicación llevaron al colapso inicial y tener un plan concreto para no repetirlas.
Los datos detrás del fenómeno
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| En 2014, investigadores de la Universidad Estatal de Kansas encuestaron a 323 parejas que cohabitaban y aún no estaban casadas, y a 752 parejas casadas. Los resultados mostraron que un tercio de las parejas que cohabitaban y una quinta parte de las parejas casadas habían experimentado una ruptura y un nuevo matrimonio. |
Aunque pueda parecer una tendencia "nueva" en cuanto a la aceptación terapéutica, el fenómeno de las relaciones cíclicas (romper y volver) es estadísticamente común. Un estudio fundamental realizado por la Universidad Estatal de Kansas en 2014 arrojó luz sobre esta realidad. Tras encuestar a más de mil parejas, los investigadores descubrieron que casi un tercio de las parejas que cohabitaban y una quinta parte de las parejas casadas habían experimentado una ruptura y una posterior reconciliación.
¿Qué impulsa este retorno? La intimidad emocional y la historia compartida son factores poderosos. En un mundo de citas rápidas y conexiones superficiales, la seguridad de alguien que ya conoce tus vulnerabilidades es un imán difícil de ignorar. Los expertos señalan que las personas buscan instintivamente espacios donde se sienten comprendidas y aceptadas, y a menudo, esa figura sigue siendo la expareja.
El peligro de las relaciones cíclicas
Sin embargo, no todo es color de rosa. Los expertos en salud mental lanzan una advertencia severa sobre los riesgos de volver sin haber sanado. Un estudio más reciente, publicado en 2022, analizó los efectos de las relaciones "intermitentes". Los hallazgos fueron preocupantes: las personas que entran en este ciclo de romper y volver precipitadamente presentan múltiples síntomas de angustia psicológica a lo largo de un periodo de 15 meses.
La inestabilidad genera ansiedad. Si la reconciliación se basa en la costumbre o el miedo a la soledad, la pareja entra en un bucle tóxico de peleas y reconciliaciones temporales que erosionan la autoestima. Para evitar esto, los psicólogos recomiendan una "pausa obligatoria". Este tiempo de silencio y distancia es vital para que las emociones intensas del duelo se asienten y la decisión de volver se tome desde la razón y el afecto, no desde la desesperación.
¿Cómo saber si vale la pena?
Antes de plantearse una segunda oportunidad, los especialistas sugieren someter la decisión a un escrutinio honesto. Nicole Gehl enfatiza que ambas partes deben estar dispuestas a tener conversaciones incómodas. ¿Han cambiado las circunstancias que provocaron la ruptura? ¿Han madurado los individuos?
La psicología de las relaciones sugiere que el éxito de una segunda parte depende de la capacidad de perdonar el pasado sin usarlo como arma en el futuro. Si ambos han crecido, han aprendido a comunicarse mejor y se valoran mutuamente más allá de la simple compañía, volver con un ex puede ser una decisión acertada. Como reza el dicho, nadie se baña dos veces en el mismo río, porque ni el río ni la persona son los mismos; si ambos han cambiado para mejor, el agua puede fluir mucho mejor esta vez.
FUENTE: https://www.vice.com/en/article/circular-relationships-are-on-the-rise/
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