El ministro de Defensa, Israel Katz, confirmó la ofensiva a través de un mensaje en X, afirmando que las tropas actúan “con mano de hierro” contra la infraestructura terrorista y que esta operación busca crear condiciones para liberar a los rehenes y derrotar a Hamás.
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| Israel desató el martes un ataque terrestre contra la ciudad de Gaza, declarando "Gaza está ardiendo", mientras los palestinos allí describían el bombardeo más intenso que habían enfrentado en dos años de guerra . |
Consecuencias inmediatas en Gaza
Las autoridades sanitarias de Gaza informaron que al menos 40 personas murieron en las primeras horas del ataque, la mayoría en la ciudad capital. Testigos relataron escenas devastadoras: edificios residenciales destruidos, cuerpos atrapados bajo escombros y familias enteras intentando rescatar a sus seres queridos.
En medio del caos, largas columnas de palestinos se desplazan hacia el sur y el oeste, cargando lo poco que pueden llevar en carretas, vehículos improvisados o simplemente a pie. “Están destruyendo torres residenciales, mezquitas y escuelas. Están borrando nuestros recuerdos”, expresó Abu Tamer, un habitante de 70 años.
Se estima que unas 350.000 personas ya han huido de Gaza, mientras que casi el doble permanece aún en la ciudad, atrapados entre los combates y la falta de recursos.
Reacciones internacionales
El ataque ha provocado una ola de críticas en la comunidad internacional. Una Comisión de Investigación de la ONU concluyó recientemente que Israel ha cometido genocidio en Gaza, una acusación que el gobierno israelí calificó de “falsa” y “escandalosa”.
Mientras Washington mostró apoyo a la operación —en palabras del secretario de Estado, Marco Rubio—, Europa endureció su posición. La Unión Europea planea imponer nuevas sanciones comerciales a Israel, y la canciller británica Yvette Cooper calificó el ataque de “imprudente y atroz”, exigiendo un alto el fuego inmediato. Francia y Reino Unido se perfilan, además, como los primeros países occidentales en reconocer oficialmente la independencia palestina.
Crisis humanitaria en aumento
La situación humanitaria es cada vez más alarmante. La ONU y organizaciones de ayuda denuncian un desplazamiento masivo forzado, con campamentos sobrepoblados y carencias extremas de alimentos, medicinas y agua potable. El Ministerio de Salud de Gaza informó que más de 428 personas han muerto de hambre en los últimos meses, calificando la situación como una hambruna provocada por el hombre.
La ofensiva, además, genera preocupación por la seguridad de los rehenes aún retenidos por Hamás. Familiares de las víctimas han protestado en Jerusalén, acusando al gobierno de Netanyahu de poner en riesgo sus vidas con esta operación militar.
Una guerra sin salida clara
El conflicto, que comenzó con el ataque de Hamás en octubre de 2023 —en el que murieron 1.200 personas y 251 fueron secuestradas—, ha escalado hasta dejar más de 64.000 palestinos muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza. La ofensiva actual parece marcar una intensificación decisiva, pero también aumenta la presión internacional para buscar un alto el fuego inmediato.
La frase “Gaza está ardiendo” refleja no solo la intensidad militar, sino también la devastación humanitaria que se vive en la región. La comunidad internacional sigue dividida entre quienes apoyan a Israel en su lucha contra Hamás y quienes exigen detener lo que consideran un uso desproporcionado de la fuerza.
El futuro de la región se juega entre los combates en Gaza, la presión de la diplomacia global y la esperanza de millones de personas atrapadas en medio de una guerra que parece no tener fin.
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