Hoy es un día decisivo en el complejo panorama judicial de Colombia. El juez tercero penal de Bogotá, Fabián Moreno, dará a conocer el sentido del fallo en el caso que se adelanta contra los abogados Diego Cadena y Juan José Salazar por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal. Ambos juristas, que estuvieron al servicio del expresidente Álvaro Uribe Vélez, son acusados de formar parte de una presunta red de manipulación de testigos. Este proceso, que ha captado la atención nacional, es el segundo en su tipo que se desprende de la misma investigación que ya llevó a una condena en primera instancia contra el exmandatario.
El caso de Diego Cadena y Juan José Salazar, que hoy llega a su momento cumbre, tiene su origen en la investigación que la Corte Suprema de Justicia inició en 2018 para indagar sobre las presuntas conexiones del expresidente Uribe con grupos paramilitares en Antioquia. Según la acusación, Cadena, actuando como abogado de Uribe, habría ofrecido beneficios jurídicos y dinero a exparamilitares y otros testigos, a cambio de que cambiaran sus versiones y declararan a favor del expresidente.
La conexión con el caso Uribe y las pruebas en debate
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El abogado Diego Cadena fue procesado por su presunta responsabilidad en los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal. |
El proceso contra Cadena está íntimamente ligado al de Álvaro Uribe Vélez, quien fue declarado culpable en primera instancia el pasado 28 de julio por los mismos delitos. La jueza Sandra Liliana Heredia, que dictó la condena contra el exmandatario, señaló a Uribe como el "arquitecto" de la red de manipulación, y a Cadena como la persona utilizada para ejecutar la estrategia, ofreciendo dinero y "cariñitos" a testigos en cárceles de Colombia y Estados Unidos.
El juez Moreno, en la audiencia de hoy, evalúa dos hechos puntuales que son el centro de la acusación. El primero, la entrega de sobornos económicos a exparamilitares para que dieran declaraciones favorables a Uribe. El segundo, las visitas a prisiones como la de Cómbita, en Boyacá, con el objetivo de que los testigos supuestamente manipulados firmaran cartas con información falsa, las cuales serían enviadas a la Corte Suprema de Justicia.
Una de las pruebas clave que ha sido objeto de debate es el reloj espía con el que se grabaron algunas reuniones del abogado Cadena. A pesar de los cuestionamientos de la defensa, tanto la jueza Heredia en el caso Uribe como el juez Moreno en este proceso han ratificado la validez de estas grabaciones. Estas pruebas audiovisuales son consideradas fundamentales, ya que supuestamente dan cuenta de las presiones ejercidas por Cadena sobre testigos cruciales, como el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, quien ha sido un actor central en la investigación.
La decisión que se tome hoy marcará un nuevo capítulo en uno de los escándalos judiciales más mediáticos y polarizados de la historia reciente de Colombia. El fallo contra Cadena no solo tendrá implicaciones directas para su futuro legal, sino que también podría reforzar o debilitar la tesis sobre la red de manipulación de testigos que ha sido el eje central de la investigación contra el ex presidente Álvaro Uribe Vélez. La opinión pública y el sistema judicial colombiano esperan con gran expectativa la resolución de este caso que ha sacudido los cimientos de la política nacional.
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